Urgencias veterinarias más comunes durante las Fallas

Es importante recordar que, en caso de urgencias veterinarias, lo mejor es acudir de inmediato a un veterinario para que atienda al animal afectado. También se recomienda tomar medidas preventivas, como mantener a las mascotas alejadas de los lugares concurridos, asegurarse de que no ingieren alimentos o sustancias tóxicas y mantenerlas en un lugar seguro y protegido durante los espectáculos pirotécnicos.
P.- Nombre y cargo completo de la persona que responde a la entrevista
R.- Sergio Martínez Andreu, veterinario clínico y etólogo de Anicura Constitución Hospital Veterinario.
P.- ¿Cómo afecta el ruido de los fuegos artificiales a los perros y cuáles son las posibles consecuencias a largo plazo?
R.- La pirotecnia es percibida por nuestras mascotas de forma mucho más intensa a causa de su sensibilidad auditiva. Además, la incomprensión de lo que está pasando genera un miedo intenso en la mayoría de los animales.
A corto plazo, podemos ver taquicardia y convulsiones en animales predispuestos, así como babeo o pérdida de apetito. Este miedo acaba desarrollando respuestas de estrés y ansiedad crónicos a largo plazo que derivan en problemas relacionados con la bajada de defensas o problemas digestivos crónicos.
P.- ¿Qué medidas pueden tomar los cuidadores de mascotas para minimizar el impacto de la pirotecnia en sus perros?
R.- En casa debemos tener ventanas cerradas para disminuir el sonido. Podemos preparar un refugio, como, por ejemplo, un transportín acorde a su tamaño cubierto con una manta por encima para que puedan esconderse cuando lo necesiten.
En la calle debemos salir a las horas que menos pirotecnia hay. Este año se ha establecido que, durante Las Fallas, en el horario de 15:00 a 17:00 está prohibido lanzar petardos.
En casos severos donde el animal deja de comer o querer salir a la calle, se recomienda acudir a un centro veterinario para que un especialista pueda ayudar a la mascota con tratamientos tranquilizantes como las feromonas, nutracéuticos o psicofármacos.
Por último, cabe mencionar, que es posible entrenar la respuesta de los animales a los petardos con un trabajo preventivo durante el resto del año.
P.- ¿Pueden los perros desarrollar fobias o ansiedad debido a la exposición repetida a la pirotecnia y qué síntomas pueden presentar?
R.- En efecto, el problema de la fobia a la pirotecnia suele empeorar con el paso del tiempo debido al cúmulo de experiencias negativas al que llega a verse expuesta una mascota. Podemos ver incluso una respuesta de estrés solo con el olor a pólvora en las calles, pues para los perros hay una asociación muy sencilla entre explosiones y olor a pólvora.
P.- ¿Existen diferencias en la forma en que las razas de perros reaccionan a la pirotecnia? ¿cómo se pueden abordar estas diferencias?
R.- Aunque no es una norma absoluta, sí hay razas que tienden a ser más o menos tolerantes a estas situaciones. Razas seguras como el Pastor Belga, Staffordshire o Pastor Alemán suelen tener menos problemas. Por el contrario, el Border Collie, el Schnauzer o el Perro de agua tendrán podría verse más afectado por la pirotecnia.
P.- ¿Qué papel juega la socialización temprana en la capacidad de los perros para tolerar la pirotecnia y cómo se puede fomentar una socialización adecuada en los perros?
R.- La socialización es muy importante para poder tener perros seguros y bien adaptados. Una vez el perro cuenta con las vacunas necesarias se recomienda sacarlo a la calle para que pueda empezar a socializar con otros perros desde temprana edad.
En el caso específico de los petardos, no será suficiente esta socialización si no hacemos una exposición suave y controlada a la pirotecnia durante el periodo de sociabilización (hasta los 4 meses de edad).
Una forma sencilla de practicarlo sería utilizar sonidos digitales de petardos o fuegos artificiales y presentarlos al cachorro a un volumen bajo que no le produzca miedo. Progresivamente, y durante varias sesiones, podemos ir subiendo el volumen para que se vaya adaptando, evitando producir una respuesta de miedo en la mascota.