
Esta semana hemos estado hablando de estos temas con Javier Muñoyerro, que es el propietario de Alto del Pago, un centro y residencia canina en Castilla y León, que también se dedica a la cría responsable de Shiba Inu.
Para Javier, los parques caninos son un buen invento para quienes viven en ciudades grandes y quieren que su compañero disfrute con la pelota o jugando con sus amigos de cuatro patas, pero la gran pregunta, es que si llevando a nuestro peludo a un parque, estamos realmente satisfaciendo sus necesidades.
El pipican se ha convertido en una gran comodidad humana, pensada en humanos más que en los perros, donde bajas de tu casa a ese parque que quizás esté sólo a 10 minutos de distancia de donde vives y una vez allí, sueltas a tu amigo y te quedas tan tranquilo, mientras coges el móvil y entras a las distintas redes sociales que hoy en día tenemos.
Pero en un pipican pueden pasar muchas cosas que a veces no tomamos en consideración, cómo que entre un perro nuevo, que no es habitual a los que vemos cada día, que no este del todo educado y que con una actitud agresiva quiera someter a los otros perros.
Javier, nos dice que existe la creencia en muchas personas, que en una situación así, los perros se entienden, ya que si no advertimos un mordisco o un agresión física, no la consideramos como una mala conducta, mientras tanto, es el animal que no está recibiendo una buena educación, simplemente porque su dueño está entretenido charlando con otras personas o en sus redes sociales. Sin darnos cuenta nuestro perro estará cogiendo algún tipo trauma, ya que el pipican esta vallado y no puede huir de este bulling.
La gran mayoría de perros que van a un pipican ni siquiera saben la orden de “ven aquí “, ya que como muchos creen, no se van a escapar y seguramente estará disfrutando, por lo que no hace falta enseñarles esto.
Quizás tu perro no quiere ir al pipican y enfrentarse a una situación de estrés que muchas veces su dueño o guía ni si quiera se percata y que le trauma. Siendo su rutina, salir de casa por la mañana al parque canino y luego por la noche más de lo mismo. Será un perro que no tiene vínculo con su dueño o guía y además puede aprender malas conductas.
Nuestros perros tienen otras necesidades aparte de jugar con los demás.
Necesitan conocer sitios nuevos. ¿Te imaginas estar todo el día en tu casa y solo salir para ir a una jaula un poco más grande donde te encuentras siempre a las mismas personas las cuales algunas ni siquiera te caen bien?
Necesitan oler rastros, los perros se cansan mucho más olfateando, que corriendo y llegan mucho más felices a casa. Necesitan pasar tiempo con su guía, estar jugando con otros perros mientras tu hablas con el otro propietario no es pasar tiempo con tu perro.
Un perro preferirá hacer un largo paseo a tu lado, tranquilamente oliendo esos pipis que se va encontrando, jugar a la pelota o incluso que le enseñes a dar la patita, que ir a una jaula cerrada con otros perros que muchas veces le intimidan. Además que con esto creamos un vínculo, que es esencial para que sea feliz. Y por su puesto, si no tienes más remedio que llevarlo a un pipican, porque no hay más zonas para soltarlo, ¿por qué no invertir esa hora en caminar con él?
Recuerda es su momento de paseo, su momento de disfrutar, haz que sea así y dejémonos de comodidades, si quieres que tu perro sea feliz.