
El nombre Samoyedo proviene del pueblo Samoyedo (también pueblo Samodeico), un pueblo seminómada de Asia que emigró a Siberia hace mil años, de la familia de Sayantsi. Allí se criaron perros para el trabajo en los lugares habitables más fríos de la tierra. (En la ciudad siberiana de Oymyakon, por ejemplo, son comunes las temperaturas de -60 grados bajo cero).
La gente de Samoyede vivía en tiendas de campaña y se acurrucaba en busca de calor con sus manadas de perros durante las noches árticas. Este tipo de cooperación humano-canina para la supervivencia mutua forjó un estrecho vínculo entre los perros Samoyedo y las personas.
Cuando no transportaban cargas pesadas en trineo por vastas extensiones de Siberia, los perros samoyedos se ganaban el alimento como perros guardianes y cazadores. Samoyede dependía de los renos como fuente vital de alimento, pieles y cuero. Al principio, usaban a sus perros para cazar renos. Pero con el tiempo, la cultura Samoyede pasó de cazar renos a pastorearlos. Los audaces perros de caza y transportistas blancos encontraron un nuevo papel como perros de ganado, moviendo y protegiendo a los rebaños.
A finales del siglo XVIII, los exploradores árticos que regresaban a Inglaterra presentaron al samoyedo a los amantes de los perros británicos. La reina Alexandra fue una admiradora que hizo mucho para promover la raza como perro de compañía y de exhibición.
En Estados Unidos, un perro blanco brillante llamado Moustan de Argenteau hizo historia en 1906 como el primero de la raza (entonces conocido como Samoyede) registrado por el AKC.
Los samoyedos son generalmente perros sanos. Los dientes del Samoyedo deben cepillarse con frecuencia, utilizando una pasta de dientes diseñada para perros. Las visitas regulares al veterinario para chequeos y control de parásitos ayudan a asegurar que el perro tenga una vida larga y saludable.
Los samoyedos mudan bastante todo el tiempo, incluso más durante la temporada de muda, que puede ocurrir una o dos veces al año. El cepillado diario ayudará a eliminar la suciedad y los pelos sueltos y hará que el perro luzca lo mejor posible. Las esteras o enredos se pueden arreglar con un cepillo más pulido o un peine de metal. Las uñas deben cortarse cada tres o cuatro semanas o según sea necesario.
Fuente: American Kennel Club
