Como petparents, es normal que nos surjan dudas acerca de cuál es la mejor opción para alimentar a nuestro perro. En este blog, veremos como el pienso para perros deja de ser una opción favorable para ellos.
El pienso es un alimento que apenas lleva 100 años en el mercado, y se inventó para aprovechar restos de cereales y subproductos animales que no se podían comercializar para el consumo humano. La mayoría de piensos comerciales están hechos a base de cereales que permiten que el producto pueda almacenarse en seco.
De esta forma, se suprime gran parte de la humedad que puedan tener los alimentos y se queda una pasta dura con menos de un 10% de agua. Esto produce que nuestras mascotas puedan ser más propensas a sufrir una deshidratación crónica en los riñones, lo cual puede acabar derivando en insuficiencia renal a largo plazo.
El pienso se ideó para facilitar la vida de las personas con perro, pero no está pensado para cuidar la salud de nuestros peludos. Hace relativamente poco, se descubrió que esta alimentación no podía sostener una dieta equilibrada para los perros, y se empezaron a relacionar enfermedades con la alimentación de pienso, tales como la obesidad, la diabetes, la insuficiencia renal, problemas cardiovasculares, problemas hepáticos, articulares e inflamatorios.
Los productos procesados que componen el pienso son los responsables de esto, ya que se encuentra extrusionado, cocido a altas temperaturas, inflado con cereales y conteniendo aditivos (conservantes, saborizantes, vitaminas sintéticas, azúcares y grasas), los cuales se acaban convirtiendo en toxinas acumuladas en el cuerpo de nuestras mascotas, pudiendo llegar a producir inflamación crónica.
Los perros necesitan una dieta basada en proteína animal, no en proteínas de origen vegetal (como muchos de los piensos comerciales).
Lo que debemos hacer es pensar qué comería un perro en su estado natural y hacer que su dieta se base en ello. Hay muchos productos que podemos darles de forma natural, y que también son aptos para el consumo humano, tales como carne, verdura, fruta, queso y huevo.
Los perros son carnívoros facultativos, y eso significa que necesitan alimentarse a base de carne, vísceras y huesos, alimentos que también comía su ancestro el lobo. Ningún perro en su naturaleza comería pienso.
Además, su organismo está diseñado para absorber el agua de los propios alimentos. Esta es una de las principales diferencias que observamos cuando damos comida natural para perros: suelen beber menos agua porque la obtienen a través de la comida.
Muchas veces nos dejamos guiar por los consejos de nuestro veterinario de confianza, sin embargo, ellos no han estudiado nutrición y es por eso que nos recomiendan pienso. Incluso se han creado piensos específicos para ciertas patologías, que rara vez mejoran la condición de nuestro animal.
La mejor comida para perros
La mejor opción es una dieta natural para perros, casera o comercial, pero que respete las necesidades fisiológicas del perro. Es aquella que podemos preparar con alimentos frescos, los que da la naturaleza y prepararlos con un mínimo de manipulación, como serían los menús de Dogfy Diet, los cuales están hechos con hueso carnoso, carne, vísceras y verduras. Al estar envasados al vacío, no pierden la humedad que contienen los alimentos de forma propia. Además, la cocción es al vapor, con un mínimo de temperatura para evitar que se pierdan nutrientes.
Ofrecer alimentos naturales a nuestro perro tiene innumerables beneficios, llegando a alargar la esperanza de vida y reduciendo y retrasando la aparición de algunas patologías comunes hoy en día.