La resonancia magnética de alto campo, clave en el diagnóstico y tratamiento de lesiones medulares

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La resonancia magnética de alto campo es fundamental para acertar en el diagnóstico y evitar una intervención errónea

Los humanos no somos los únicos susceptibles de sufrir una lesión medular. Nuestras mascotas  también pueden padecer traumatismos en el sistema nervioso central, ya sea debido a un fuerte golpe, a una hernia discal o a otras causas. Para prevenir llegar al extremo de pérdida de movilidad, es fundamental realizar un correcto diagnóstico. Contar con la tecnología más avanzada y herramientas de última generación no sólo facilita esta tarea, sino que puede ser el elemento diferencial para la calidad de vida de nuestra mascota. 

Una de estas herramientas es la resonancia magnética de alto campo, una técnica de diagnóstico avanzado por imagen como la que se utiliza en medicina humana que se realiza para investigar estructuras anatómicas que no son visibles desde el exterior, como el cerebro, la columna o las articulaciones. En función de la potencia del imán, podemos distinguir entre resonancias de bajo campo y de alto campo. La de alto campo es la versión más avanzada y sofisticada, por lo que las imágenes que se obtienen son de una calidad muy superior a las de bajo campo. Gracias a esta mejora tecnológica, las pruebas son más fiables y es posible diagnosticar lesiones que no son visibles en una resonancia de bajo campo, como es el caso de las lesiones medulares y cerebrales. 

AniCura Valencia Sur Hospital Veterinario es de los pocos centros de la región que cuenta con esta prueba

AniCura Valencia Sur, referente en diagnóstico por imagen

En AniCura Valencia Sur Hospital Veterinario cuentan con una resonancia magnética de alto campo, uno de los pocos centros en la región. Sergio Ródenas, Diplomado Europeo en Neurología Veterinaria por el European College of Veterinary Neurology (ECVN) y neurólogo veterinario en AniCura Valencia Sur y responsable de esta prueba diagnóstica, comenta que “la resonancia magnética de alto campo es fundamental para acotar el diagnóstico lo máximo posible. Este tipo de lesiones no tienen tratamiento; pueden resolverse con el tiempo, pero en la mayoría de los casos no es así. En función del resultado de la prueba, sabremos cómo, cuándo y dónde es necesaria una intervención quirúrgica”.

Uno de los casos más llamativos que recuerda es el de Zeus, un Staffordshire Terrier que llegó al hospital para una segunda opinión, con una lesión medular tras haber sido operado de una hernia discal en otro centro. Gracias a la imagen obtenida en la resonancia magnética de alto campo pudieron determinar con exactitud el problema de Zeus. Lo que comenzó como una hernia discal había derivado en una lesión más grave, impidiendo la movilidad Zeus en las extremidades anteriores y posteriores. “Lo que nos permite esta prueba es ver las fibras nerviosas con absoluta nitidez, y comprobar que el animal ha perdido la conexión nerviosa en la médula espinar”, comenta Ródenas. 

El problema radica en que, cuando el diagnóstico no es el correcto, se puede confundir el tipo de lesión medular, por lo que la opción de tratamiento recomendado tampoco será la acertada, pudiendo acarrear consecuencias graves para la salud del animal. La ventaja que ofrece la resonancia magnética de alto campo  sirve para evitar una intervención errónea ocasionada por un diagnóstico poco específico, de ahí la importancia de la calidad de la imagen. “De no ser por la resonancia magnética de alto campo, no podríamos haber observado con exactitud casi milimétrica la lesión intramedular de Zeus” afirma Ródenas. 

El caso de Zeus no es el único. Cuando un hospital no dispone de las herramientas adecuadas para llevar a cabo un diagnóstico acertado, corremos el riesgo de cometer errores graves durante la intervención, sobre todo en aquellos animales en los que está involucrado el sistema nervioso central. Por ello es importante referir este tipo de casos a los hospitales que sí cuentan con herramientas diagnósticas de última generación, como es el caso de AniCura Valencia Sur Hospital Veterinario y su resonancia magnética de alto campo.

Sobre AniCura

AniCura es un grupo de clínicas, centros de referencia y hospitales veterinarios especializados en animales de compañía. La empresa, que surgió con la idea de brindar una mejor asistencia veterinaria aunando recursos, inició su andadura en 2011 fruto de la primera fusión de hospitales veterinarios en los países nórdicos. La compañía cuenta con 400 clínicas alrededor de Europa, 44 de ellas en España, y con 9.500 trabajadores, de los cuáles 300 trabajan en nuestro país, y atiende anualmente a más de tres millones de pacientes.

AniCura ofrece una amplia gama de servicios médicos y quirúrgicos: cuidados preventivos y atención primaria, diagnósticos avanzados, medicina interna, cuidados intensivos, cirugía general, ortopedia, etc. Ofrecemos también rehabilitación, fisioterapia y asesoramiento dietético, así como alimentación y complementos para el cuidado de las mascotas.