7.000 árboles frutales para mejorar el hábitat del oso pardo y favorecer su conservación en el Pirineo

7.000 arboles frutales para mejorar el habitat del oso pardo y favorecer su conservacion en el Pirineo

La plantación de frutales es una de las acciones enmarcadas en la colaboración de Endesa, a través de su área de Biodiversidad, con la Fundación Oso Pardo, una entidad con la que la compañía colabora desde hace más de diez años

  • La plantación de frutales es una de las acciones enmarcadas en la colaboración de Endesa, a través de su área de Biodiversidad, con la Fundación Oso Pardo, una entidad con la que la compañía colabora desde hace más de diez años
  • La plantación, concebida en 17 bosquetes dispersos en el territorio, formará parte del proyecto medioambiental Bosque Endesa bajo el nombre Bosque Endesa Pirineos con el que se prevé que, en los próximos 30 años, absorba un total de 1.665 toneladas de CO2, que equivale a las emisiones resultantes de dar en avión 1,7 vueltas al mundo
  • El oso pardo en España se distribuye entre la Cordillera Cantábrica (donde las últimas estimaciones dan alrededor de 370 ejemplares) y los Pirineos, donde el año pasado se contabilizaron 76 ejemplares, una cifra que apunta a un crecimiento sostenido 

Tavascan (Lladorre), 18 de mayo de 2023.- Esta mañana, con la plantación del último mostajo en  las inmediaciones de Quanca, perteneciente al municipio de Lladorre, Lleida, se daba por concluido el proceso de plantación de los 7.000 nuevos árboles frutales en el Pirineo catalán para contribuir a la conservación del oso pardo. Esta acción forma parte del programa ‘Enriquecimiento de la biodiversidad en zonas oseras’ que desarrolla la Fundación Oso Pardo (FOP) con la colaboración de Endesa a través de su plan de Conservación de la biodiversidad. Un programa que se puso en marcha el año 2016 para diseñar una red de espacios que facilitaran el movimiento y la dispersión de la especie en todo el Pirineo catalán, gracias al aumento de la oferta de alimento y contribuyeran, de esta manera, a su conservación. Estos árboles, dispuestos en 17 pequeños bosquetes absorberán, durante los próximos 30 años, un total de 1.665 toneladas de CO2 el equivalente a las emisiones que generaría un avión que diera algo más de 1,7 vueltas al mundo. Es por eso que, con el nombre Bosque Endesa Pirineos, el proyecto se integrará en el programa Bosque Endesa, una iniciativa pionera en el sector energético con importantes beneficios medioambientales, económicos y sociales. Hasta la fecha, la iniciativa Bosque Endesa ha reforestado más de 50.000 nuevas plantas forestales que en total van a ser capaces de absorber en torno a 10.500 toneladas de CO2 de la atmosfera a través de seis proyectos repartidos por todo el país.

El objetivo principal del proyecto es restaurar el hábitat del oso pardo en zonas que han perdido cobertura vegetal. Para lograrlo, se está creando una red de bosques de enriquecimiento y alimentación repartidos estratégicamente entre las zonas de presencia de osas con crías en la comarca del Pallars Sobirà, principalmente. Los árboles frutales silvestres suponen una fuente de alimentación fundamental para los osos, por lo que disponer de un hábitat rico en este recurso contribuye tanto a mejorar las expectativas de la especie, como a conciliar su presencia con las actividades humanas al proporcionar esta fuente de alimentación en su medio natural. 

La plantación que hoy ha finalizado se ha realizado en dos fases: la primera, la primavera pasada, cuando se plantaron 1.200 árboles (cerezos y manzanos); y la segunda, que empezó el pasado mes de marzo y ha finalizado esta misma semana y en la que se han plantado 5.800 árboles más. De entre ellos, 4.000 son mostajos (Sorbus aria), 910 cerezos (Prunus avium) y 800 manzanos (Malus sp.). El proceso empezó hará ahora tres años, cuando técnicos de Forestal Catalana (que pertenece a la Generalitat de Catalunya y con quien la FOP tiene un acuerdo de colaboración) estuvieron recogiendo semillas de variedades autóctonas para posteriormente, plantar en su vivero de Tremp donde las han cuidado hasta obtener los plantones listos para ser plantados sobre terreno. Las plantaciones se han dispuesto en 17 distintas ubicaciones, generando bosquetes, en lugar de grandes extensiones de terreno. Este concepto de plantación busca que la mejora del hábitat del oso tenga una repercusión más amplia, pues consigue abarcar una extensión mayor de territorio. Para que la naturalidad sea mayor las plantas se distribuyen de forma irregular y con cierta distancia entre sí, para que puedan desarrollar amplias copas lo que implica una mayor producción de frutos en el futuro que darán alimento al oso y otras especies, por lo que favorece la biodiversidad

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Mapa cedido por la FOP con la distribución de las dos plantaciones, de 2022 y 2023

Como puede observarse, gran parte de la plantación se ha realizado en el interior del Parque Natural del Alto Pirineo, y el resto, en terrenos colindantes al mismo. Parte de los terrenos son de titularidad privada y también pública, del Ayuntamiento de Lladorre. Con todos ellos, se firma un acuerdo de custodia del territorio para asegurar la continuidad del proyecto. 

La selección de estas localizaciones responde al hecho de tener una presencia habitual de osos y que, por otro lado, ofrecen buenas condiciones ecológicas para plantar esta variedad de frutales. La plantación se ha realizado a través de una empresa local, MCR Excavacions, escogida con la voluntad de contribuir, también, al fomento de la empleabilidad en el territorio. 

Esta plantación se suma a una anterior realizada en los años 2018 y 2019 en una superficie de más de 7 hectáreas, donde se introdujeron 9.150 árboles frutales para el oso pardo (frambuesa, manzano, cerezo, mostajo y pudio). Los entonces plantones, están ahora creciendo en altura y diámetro y se revisan periódicamente para realizar un seguimiento. 

Experiencias similares en otros lugares han demostrado que la abundancia de frutas en verano y otoño mejora el movimiento de los individuos y evita el acercamiento a zonas donde la presencia humana es más habitual.

El oso pardo, en peligro de extinción 

El oso pardo es una especie considerada vulnerable a nivel mundial y enEspaña se encuentra en peligro de extinción a causa de la escasez de su población en general, su baja variabilidad genética y su hábitat fragmentado. 

La población más numerosa se asienta en la cordillera Cantábrica, distribuida entre las comunidades autónomas de Asturias, Castilla y León, Cantabria y una parte de Galicia. La última estima genética realizada en 2020 cifraba esta población en 370 ejemplares. Desde la década de 1990, la especie ha comenzado a recuperarse gracias a la protección legal y a los distintos programas de apoyo y en los últimos 25 años crece a una media anual de un 10%. 

En Cataluña, en los Pirineos, se extinguieron entre finales de los años ochenta y principios de los noventa y, actualmente, los que hay son de origen esloveno y se encuentran distribuidos mayoritariamente en las comarcas de Val d’Aran y Pallars Sobirà, aunque también hay en el Pallars Jussà y la Alta Ribagorça. Los últimos censos llevados a cabo por el Grupo de Seguimiento Transfronterizo del Oso Pardo en los Pirineos (GSTOP) indican que la situación de la población está en crecimiento. En el último censo oficial, realizado en 2022, se localizó un número total de 76 ejemplares: 39 son hembras y 35 machos (más dos ejemplares de sexo no identificado). Entre ellos, destacan 8 hembras con 13 crías nacidas en el año. Se trata de la tercera cifra más alta registrada después de 2020 y 2021 (con 9 reproducciones). También es destacable que seis machos diferentes han tenido cachorros, lo que supone que empieza a producirse un importante intercambio de información genética entre los individuos reproductores de la población.

Imágenes cedidas por la FOP 

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Evolución del oso pardo en el Pirineo, fuente GSTOP

Bosque Endesa Pirineos

Los 7.000 frutales que se han acabado de plantar son el inicio del Bosque Endesa Pirineos con el que se prevé que en los próximos treinta años se absorban hasta 1.665 toneladas de CO2.

Endesa, dentro de su Plan de sostenibilidad, y en su compromiso contra el cambio climático, ha querido contribuir de forma práctica a la mitigación global de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y lo ha hecho mediante su iniciativa Bosque Endesa. El proyecto, que nace con el objetivo de reforestar y restaurar terrenos incendiados a través de la plantación de especies autóctonas, contribuyendo a recuperar el capital natural, reducir CO y dinamizar la economía local, está formado por varios proyectos: el Bosque Endesa Atalaya (Madrid), el Bosque Endesa Doñana (Huelva), el Bosque Endesa Teruel, el Bosque Endesa Baleares y el Bosque Endesa Pirineos.

El Bosque Endesa genera un triple beneficio ambiental, económico y social en el entorno en el que se desarrolla, por lo que se puede considerar un referente en sostenibilidad. El impacto ambiental de esta restauración es muy positivo, ya que mejora el hábitat del oso pardo en el Pirineo. Estos nuevos bosques están más adaptados frente al cambio climático y permiten recuperar el capital natural, la biodiversidad y los servicios ecosistémicos que aportan a la sociedad.

Dentro del ámbito económico, se contribuye a dinamizar la economía local, puesto que la recuperación de un bosque ayuda a generar actividad adicional asociada al aprovechamiento de los recursos y servicios que proporciona, lo que favorece la generación de empresas y cooperativas dedicadas al turismo o al aprovechamiento y gestión forestal sostenible.

En el ámbito social, los proyectos de la iniciativa contribuyen a fomentar el empleo local, ya que en la contratación de personal, tanto para las tareas de plantación como para las de mantenimiento, se priorizan las personas desempleadas, jóvenes, mujeres, mayores de 45 años o en riesgo de exclusión social en torno al proyecto.

Sobre Endesa y los proyectos de conservación de la biodiversidad 

La conservación de la biodiversidad es un compromiso firme de Endesa ya desde su primera Política Medioambiental aprobada y publicada en 1998, donde se establecía como uno de sus principios de referencia “conservar el entorno natural de sus instalaciones mediante la adopción de medidas para proteger las especies de fauna y flora y sus hábitats”.  

La compañía desarrolla en todo el país cerca de 30 proyectos anuales de protección y conservación de la biodiversidad sobre especies amenazadas, espacios y hábitats, aumento del conocimiento científico y puesta en valor de la biodiversidad.

Sobre la Fundación Oso Pardo 

La Fundación Oso Pardo es una organización privada creada en 1992 que trabaja en la cordillera Cantábrica y los Pirineos en la conservación del oso pardo y su hábitat, el seguimiento de la población osera, la investigación aplicada a la gestión, la lucha contra el furtivismo, la formación y educación ambiental y la coexistencia entre humanos y osos.